Ponte en situación… Has sido madre (o padre) y tu bebe tiene ya dos semanas de vida. Un tarde, tu bebe empieza a llorar desconsoladamente y no sabes que le pasa. Hagas lo que hagas, no consigues consolarlo. Esto se repite casi cada día. Es el cólico del lactante.
Hay tres síntomas que te dejarán muy claro si tu hijo padece este problema:
1. Le pasa unas 3 horas diarias y varios días a la semana.
2. El bebe flexiona las piernas y cierra los puños durante el llanto.
3. Suele ser por la tarde.
Según los expertos, las causas puedenser varias: Poca flora intestinal por la inmadurez del bebe, ambiente con exceso de estímulos, alergias y/o intolerancia a algunos alimentos…
Pero te vamos a dar una alegría. Desde la osteopatía, podemos intentar solventar el problema. Un parto complicado o largo en exceso, puede originar en el bebe una tensión excesiva en cervicales o la pelvis. ¿Y qué tiene eso que ver con el cólico?
Muy sencillo. En la zona de la nuca está el nervio Vago que se ocupa del funcionamiento de la garganta y el estómago del bebe, mientras que la zona lumbar y la pelvis, controlan el intestino delgado y grueso.
Tu osteópata, hará un test de movilidad y descartará problemas como reflujo, obstrucción intestinal, etc.. Observará el abdomen para ver que acciones y cuales no podemos ejercer sobre el abdomen del bebe. Todas las técnicas son muy suaves, teniendo en cuenta lo delicados de los bebes tan pequeños.
Se masajea el cuello, la mandíbula… Se relaja el diafragma para mejorar la respiración… Normalmente, si los cólicos no son muy intensos, en dos o tres sesiones podemos dejarlo solucionado. Si tienes alguna duda, llámanos o pásate a vernos por nuestra consulta en Gran Vía