Llega la Semana Santa, primer periodo vacacional del año, y a todos nos asalta la gran duda: ¿qué pasa con todo lo que he conseguido durante estos meses cuidándome? ¿Lo tiraré por la borda en vacaciones? La respuesta es rotunda: si quieres, puedes mantener los hábitos adquiridos y puedes comer sano y disfrutar de tus vacaciones.
No se trata de “estar a dieta”. Seguramente durante estos meses has cambiado ciertas cosas, ciertos hábitos en los que antes no te fijabas, y esos cambios son los que han hecho que ahora tengas ese peso ideal o que estés en el camino de conseguirlo.
Durante las vacaciones, se trata de mantener esos cambios en la medida de lo posible, sin renunciar al disfrute ni a la familia, pero sobre todo, sin obsesionarnos. No te decimos que no salgas a cenar, que no piques algo, o que te machaques cada día de fiesta en el gimnasio, pero aquí te dejamos algún consejillo para ayudarte:
- Sigue con las 5 comidas. No te saltes ninguna de ellas. Sigue con tu costumbre de desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
- Lleva algo de fruta encima. Es la mejor opción a un momento de hambre o para cumplir con una de las comidas que comentábamos en el punto anterior.
- En los bares y restaurantes se puede comer sano. En cualquier sitio podrás elegir un plato de ensalada, un plato de pasta o de verdura, además de poder coger de segundo carne o pescado. Piénsalo, no todo son tapas…
- Como os decíamos, no todo son tapas. Intenta pasar de las bravas, de los chocos, o de todo lo que se le parezca. Una patata no te hará daño, pero si basas tu dieta estos días en ellas y los fritos volverás de pasar unos días fuera con algún kilo de más seguro.
- Vigila si comes o cenas de buffet. Son muy tentadores y acabarás comiendo más de lo necesario con total seguridad. Poder repetir y repetir y repetir hasta la saciedad puede ser una trampa. Además, ten en cuenta que seguro que no repetirás comiendo un segundo plato de ensalada… ¿a qué no?
- Lo mismo en el desayuno. Intenta olvidarte de la bollería. Mejor unas tostadas con algo de pavo o similar que comerte una “napolitana” con chocolate. Seguro que en tu hotel o en cualquier bar cercano puedes pedirte un bocadillo más sano.
- Si puedes mantener un mínimo de actividad física genial. No parar de hacer deporte te ayudará a que tu metabolismo siga activo y queme esas calorías ingeridas de más.
Y poca cosa más… Se coherente. Sabes perfectamente lo que debes y no debes comer. Sabes donde se encuentran esas calorías vacías tan poco deseadas y sabes como debes suplirlas para no caer en ellas. Así que, ¡¡disfruta de tus vacaciones!!